Le expliqué que para lograr un video efectivo, era fundamental comprender a fondo los objetivos específicos que quería alcanzar. Le hablé de los diferentes tipos de videos, como los informativos, los persuasivos, los descriptivos, los de presentación, el testimonial, los publicitarios entre otros, cada uno cuenta con su enfoque particular.

Fue entonces cuando mi cliente se detuvo a reflexionar. Vio la importancia de contar con un comunicólogo capacitado para generar un video que realmente cumpliera con sus metas. Desde ese momento, comprendí que mi papel como profesional de la comunicación iba más allá de simplemente producir contenido audiovisual. Me convertí en un asesor estratégico que ayudaba a mis clientes a definir sus objetivos de manera clara y a desarrollar ideas creativas que transmitieran su mensaje de forma efectiva, además de llevar a cabo cualquier proceso.

A lo largo de los años, he tenido la oportunidad de trabajar en proyectos diversos y emocionantes. Recuerdo en especial un documental que realizamos para un movimiento político. Durante el proceso, uno de los coordinadores se sorprendió al descubrir la cantidad de trabajo creativo y estratégico que se requiere para llevar a cabo un documental. Pensaba que simplemente llegábamos, grabábamos y eso era todo. Fue entonces cuando le expliqué la importancia de comprender los objetivos para generar ideas innovadoras y transmitir el mensaje de manera efectiva.